Carlos Sánchez fue consagrado arzobispo de Tucumán en una ceremonia multitudinaria. El padre "Carlitos" -como lo llaman sus conocidos- les dedicó unas palabras a todos los tucumanos.
"Quiero darle profundas gracias a Dios porque me enseñó a servir con alegría. Me mostró que es familia, que es comunión. Y lo hizo visible a través de mis padres", comenzó diciendo Sánchez.
En un breve relato, el sacerdote hizo un recorrido de su vida, desde que la religión tocó a su puerta. Además no se cansó de agradecerle a Dios por su llamado a servirlo. "Ahora, el Señor me llama para este ministerio episcopal a través del papa Francisco, un humilde servidor", continuó.
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Sánchez quiso destacar cuál será su labor en esta nueva etapa y dejó en claro que continuará con la misión que se propuso desde hace 30 años: "quiero servir en nombre de Jesús. Servir en nombre de Cristo a todos los tucumanos, no solo a los católicos sino también a los hermanos de otras religiones, para que el reino de Dios se extienda en la iglesia de Tucumán".
"Deseo que el todo poderoso siga haciendo gestos grandes a través de mí. Quiero ser servidor de la alegria y de la esperanza. Quiero ser como Jesús, pastor que da la vida por sus ovejas. Quiero simplemente decirles que estoy entre ustedes como el que sirve", finalizó.
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Luego de las palabras del arzobispo, los fieles se unieron en una oración a la Virgen de la Merced.